las llaves rotativas como control de volumen
en el audio de alta performance
La utilización de llaves rotativas, comúnmente conocidas como rotary switches, en reemplazo de los potenciómetros normalmente usados como control de volumen, puede mejorar dramáticamente la calidad de sonido de un equipo de audio.

Los potenciómetros habitualmente generan diversos tipos de distorsión ya sea por ruido inherente a la naturaleza de su sistema de atenuación: una pista de carbón depositado sobre la que se desplaza un cursor o al volverse ostensiblemente ruidosos por depósito de suciedad en sus pistas o por desgaste originado en la fricción, al que colabora la tierra como elemento abrasivo al depositarse entre el cursor y la pista.

Todo esto, además del empobrecimiento de la relación señal/ruido, equivale a incorporar un elemento resistivo selectivo en frecuencia y/o intensidad en el paso de señal, cuyo valor dependerá de imponderables como el desgaste y limpieza de las pistas y de la presión que el cursor ejerza sobre ellas.

Además, los potenciómetros duales, o estéreo, utilizados como control de volumen tiene generalmente poca precisión en cuanto al nivel relativo de atenuación de un canal con respecto al otro, nuevamente esto es inherente al sistema de atenuación: dificilmente dos pistas de carbón tengan la misma resistencia en los mismos puntos de su recorrido y/o los cursores de ambas estén perfectamente alineados uno en función del otro.

Esta característica puede observarse al reproducir una grabación donde un instrumento se encuentre claramente emplazado en el centro del escenario sonoro. Al subir o bajar el volumen de reproducción puede notarse en la mayoría de los casos que el instrumento varía su emplazamiento hacia la derecha o la izquierda.

La llave rotativa elimina todos estos problemas al generar la atenuación por medio de componentes discretos, es decir, resistores que la llave va seleccionando uno a uno, en lugar de una pista de carbón continua. Estos resistores son normalmente de precisión y bajo ruido.

La arquitectura de la llave rotativa permite definirla como el método de atenuación más puro disponible: un divisor de tensión de resistencia fija.

Esto es, el atenuador ideal.

Las partes sometidas a fricción en una llave son contactos conmutables habitualmente bañados en oro o plata y preparados para tal fin, lo que asegura un prolongado servicio de elevada calidad.

En los potenciómetros un cursor se desplaza a fricción sobre pistas de un material resistivo como el carbón, inevitablemente menos resistente a la fricción y al desgaste; por este motivo es usual que un potenciómetro se vuelva "ruidoso" con el tiempo.

Por otro lado, las especificaciones de atenuación relativa entre canales de un potenciómetro varían entre el 5% y el 20%, aún en los de mejor calidad. Las llaves, al utilizar resistores de precisión, pueden, fácilmente, alcanzar niveles de precisión entre canales del orden del 1% o 2%.

Cuando el control de volumen se efectúa por medio de una llave, cada posición corresponde a un divisor de tensión precisamente calculado, por lo que las marcas de calibración del frente del equipo representan niveles de señal reales.

Esto puede parecer trivial, pero cuando se desean compara niveles relativos  de ganancia o efectuar comparaciones entre diferentes configuraciones de equipos puede resultar muy útil.

Sin duda es absolutamente indispensable cuando el purismo constructivo es llevado al extremo de pensar en una configuración dual mono, donde la arquitectura no es la de un sistema estéreo sino la de dos equipos monoaurales funcionado uno a la par del otro lo que implica, en lugar de un control de volumen estéreo, dos controles de volumen monoaurales que habrá que regular en exactamente el mismo nivel de atenuación si no se desea que el escenario sonoro se desplace.

Los precios en nuestro país de los rotary switches de alta performance varían dependiendo de la calidad de los elementos utilizados y del grado de terminación requerido en cada caso.

E.C.

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