una visita a
Pablo Ferro
Las visitas de Diego Albornoz a casas de audiófilos son tan famosas como sus coloridas reseñas. Con Diego nos pareció que era una pena que esos encuentros entre amigos que comparten una pasión se pierdan en la inevitable correntada de posts que significa Facebook, y decidimos darles un hogar más permanente. Aquí lo tienen, que lo disfruten!

Esta vez invitado por Pablo Ferro, en ésta visita fui acompañado por Jorge Peralta.

Aclaro, por si muchos no lo saben, tengo amor eterno por las electrónicas Mark Levinson, y a más negras más amor, por lo que citas como éstas me resultan irresistibles.

El sistema de Pablo fue armando y afinando con muchísimo tiempo y dedicación, con poca rotación de componentes, y todos ellos de los 90's.

Cajas B&W Matrix 803 serie 2, un conjunto de electrónicas Mark Levinson "sencillo" formado por un amplificador ML9, y un preamp Mark Levinson ML10, un cd player Rotel 991 AE (Audiophile Edition) modificado, una bandeja Sansui SL 929 con cápsula Shure M95 (usando el pre de phono del Mark Levinson) y una cantidad de accesorios de calidad: cables de parlantes Audiotruth (Audioquest) Sterling Plus, en conexión pre/power Audioquest Diamond Hiperlitz, y en CD/pre Audioquest Lapis y filtro de línea Furutech, con cable 220v también de Furutech.

Todo sobre un mueble de acero/vidrio muy fino de la española AR.

Bandeja, player y cajas fueron desacopladas con sistemas de A.D.N. Audio.

Nada estrambótico, pero sí aparatos muy probados que funcionan como tienen que funcionar.

Puestos a experimentar y como dicen que 6 orejas escuchan mejor que dos, no nos resistimos a probar cosas en el setup, y ella primera intervención de Jorge fue retirar las rejillas protectoras de los tweeters.

Después se agregaron bases de desacople a las cajas y fuentes, se retiraron los tapones de espuma que se usaban en los tubos de sintonía para controlar la respuesta en graves, por una resonancia bastante marcada por las dimensiones de la sala, chica, pero no tan chica (3.5 x 5 aprox.).

Y entonces, le dimos “play”.

Los cambios ayudaron a delinear las virtudes del equipo que a mí, personalmente, me gusta mucho.

Un balance tonal correcto, sin carencias perceptibles después de retirar la rejilla, , agudos extendidos y con cuerpo (en la línea de los domos de aluminio de B&W de la época), no el último grito en definición, pero más de esto adelante.

Todo lo dicho hasta ahora se nota bien en la canción “Have you Heard”, del álbum de Pat Metheny "The road to you", donde los platillos, en especial en las estrofas previas al solo de guitarra, donde el ride (“plato” grande e importante) que está en el canal derecho parece haber sido tomado con un micrófono muy cercano que logra captar los registros más graves del ride Paiste 2002 de 20", que para quienes no lo conozcan en vivo, tiene un tono subido de graves y muchos agudos. Acá ambas cosas aparecen como tienen que aparecer, un plato muy difícil de reproducir.

Los medios, excelentes. Jorge nos contaba que el responsable de ese timbre es la combinación cono de kevlar/cubre polvo de goma. Un color cálido, muy buen cuerpo capaz de darle carne y textura a los medios.

En el vinilo de Bruch, Violin Concertos por Salvattore Accardo, Philips 1954, el violín sonó fantástico. La grabación es excelente, incluso cometimos el “error” de ponerlo antes de escuchar un violín en el CD player. El día y la noche en textura, timbre y calidez.

Pero en CDs donde es necesario que los medios tengan la garra suficiente, el CD da la talla.

A Pablo le gusta el blues rock, progresivo y esas yerbas, así que saqué mi Dog Party de Scott Henderson, que si no hay guitarras "in your face" el disco pierde parte de la gracia, y sonaron con ese picante que tan bien le cae. Lo mismo para el CD Fragile de Yes, edición remasterizada por Gastwirt (dicen la de mejor sonido, inclusive superior al SACD).

Con los graves ya acomodados, los dos woofers de 6 1/2" llegan a darle el cuerpo y la definición necesarias a todo tipo de música, sin pretender graves subterráneos, manejaron la última octava con honestidad y limpieza .Prueba de eso fueron los 3 discos a continuación.

Iba todo bien hasta que pusimos tres trabajos que tienen un poco de todo, uno excelentemente grabado y otros dos no tanto: el brillante “Dad love his work” de James Taylor (CD CBS Japón de 1984), Jaques Loussier, best of Bach (CD Poligram Germany 1984) y Confort y música para volar de Soda Estéreo.

¿Qué fue lo que pasó? Nos olvidamos del equipo.

Es que tiene la musicalidad suficiente para que después del análisis inicial uno pueda ponerle discos uno atrás del otro y el tiempo corre como nada, surgen charlas sobre X cosa y la música sigue ahí, una banda sonora que acentúa el momento.

Tres, cuatro horas pasaron como si fueran 20 minutos. Café y la satisfacción de estar delante de un equipo que está tan estudiado que transmite la intención de la música grabada.

Hablábamos hace unos días con Eduardo Cabral sobre los sistemas que veníamos escuchando últimamente, y decíamos que se pueden identificar dos tendencias muy marcadas.

Uno es el de la definición/resolución/control extremo, y el otro es el de la "musicalidad".

Cruzamos miles de teorías del porqué de ambos caminos, si están bien, si están mal, y la conclusión es que pueden existir las dos cosas juntas, pero tienen un peaje insoslayable: o son muy caros y llevan docenas de cambios, o se trabajan de manera casera hasta el extremo para lograr aunar ambos criterios en un mundo único.

El equipo de Pablo creo está en la escuela de la musicalidad, tiene faltantes en algunos lados, sobre todo comparados con un sistema ultramoderno, pero de esas cajas sale más música que sonido, y eso es importante. Un logro que le llevo años de pruebas y el resultado está a la vista y a los oídos: se puede armar un sistema basado en componentes no modernos y que sea deliciosamente entretenido.

Mis sinceras felicitaciones a Pablo, y muy agradecido en que me haya abierto la puerta de su casa, haber confiado en mis desarrollos, y… mortal la pizza de Los Campeones!

Felicidades!!!

D.A.

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