formatos especializados
La lenta agonía del CD
La guerra de los formatos pospone, una vez más, un anunciado y ya tardío
desenlace.
El epicentro de esta disputa es el territorio del formato CD (44khz/16bits).
Emplazado en el centro de un escenario que no alcanza a abarcar, el ya muy
consolidado formato se muestra chico para ser grande y voluminoso para ser
chico.
Sucede que, una vez diluido el estrépito y la grandilocuencia de su slogan
inicial: "Sonido Perfecto Para Siempre", y desistidos los vanos intentos de
rescatarlo de la mediocridad con operaciones de salvataje del estilo de las
muchas de que fue objeto el anciano cassette, (dolby y dramáticas mejoras en la
calidad del soporte magnético mediante) el formato languidece presa de
incapacidades e incertidumbres.
Ya no es un jovencito al que hay que disculparle cosas; ya no mejorará con el
tiempo. El HDCD y otras maniobras de rescate han tenido igual éxito en el
fracaso.
El antiguo LP sigue maltratándolo despiadadamente cuando de calidad se trata.
Nuevas variantes de PCM (96kHz/24-bit y 192kHz/24-bit) se le ríen en la cara sin
piedad.
El SACD ni siquiera lo tiene en cuenta como contendiente.
Cuando intenta descender un escalón para refugiarse en el audio hogareño, el
Dolby 5.1 de la mano del DVD le gritan "plaza tomada".
Su último territorio de dominio, los sistemas portátiles, va siendo invadido,
lenta pero inexorablemente, por el MP3, que a estas alturas vuelve ya a mirar
como contendiente al vetusto cassette, no al CD.
Suspendido del débil cable que le alcanza el MP3, con el que comparte cada vez
más hardware portátil, el CD-44/16 se balancea al borde del abismo. El que los
"Discmans" puedan, sin costo extra, reproducir CD además de MP3, no será ventaja
suficiente en un futuro cercano.
Entonces, que?
Los nuevos formatos "especializados" están haciendo trizas el otrora
indiscutible dominio del CD-44/16.
Cada uno de ellos juega su partido en un sector del mercado, y lo juega muy
bien. Tanto en formato, como en soporte, como en nicho de mercado.
Y cada uno de ellos, por supuesto, se empaqueta en un disquito. Un disquito muy
parecido al de cualquier otro formato. La cultura del disquito ya está
instalada.
Cual es el problema entonces?
Sumemos.
El formato 44/16 es demasiado voluminoso para circular por Internet.
Parece arrastrarse, aún de su lectora de CD al disco rígido. Esto le cerrará las
puertas del mundo digital portátil en el corto plazo. Es muy probable que ni
siquiera el incremento en capacidad de los discos rígidos lo salve. Sin importar
el tamaño del disco, siempre cabrán en él diez veces más "mp3"s que "wav"s.
Para quienes requieran más calidad en sus dispositivos portátiles el "MP3Pro"
será, a corto plazo, quien probablemente se imponga como formato digital
portátil, dependiendo de como evolucione el WMA de Microsoft.
En términos de formato hi-end, es la indecisión de la industria en respaldar a
un nuevo PCM (DVD Audio) o al DSD (SACD) lo que prolonga
la agonía del CD.
Ninguno se decide a dar la dentellada final que libere de su agonía a un formato
que nació para curar todos los males y terminó siendo la suma de todos los
defectos.
Una vez que se establezca el estándar, se acabó.
Puede tardar un poco más o un poco menos, pero: se acabó.
La compatibilidad, un tema fundamental, está asegurada, sea cual fuere el
formato triunfante.
Dos "layers" (estratos) de grabación en el disco. Dos puntos de enfoque.
Finalmente la imposibilidad de "cross talk digital" entre la "pisadas" del láser
azul y el rojo, ya que son de área diferente. Así de simple, aunque suene
complicado.
Lo demás es solamente imprimir disquitos, que tendrán un estrato o dos, este
formato o aquel, depende cual sea el caso, pero que a los ojos del consumidor
promedio, seguirán siendo disquitos.
Cada vez la gente se fija menos si lo que tiene en la mano es un DVD, un CD o un
"vaya a saber qué", mientras ponga el disquito en el aparatito, y ande.
Las personas se han acostumbrado a que casi cualquier cosa viene en disquitos.
Para el gran mercado de consumo, lo que importa es eso: el disquito se pone en
la bandejita esa que sale, y anda.
El disquito podrá tener información de DVD Video 96/24, Dolby Digital 5.1, DVD
Audio 192/24, música en uno vaya a saber que, DSD, o lo que fuese.
Si lo pone en el aparatito, y anda, todo estará bien.
Es decir, si los señores que fabrican las cosas, se las ingenian para que todo
ande entre sí, todo estará bien.
Ahora, poniéndonos un poco serios.
Cual sistema se impondrá? Cual es mejor? PCM o DSD?
Bueno, son preguntas diferentes.
Mejor?
El PCM 192/24, es excelente
El DSD, es mejor.
Mis motivos?
Lo que he escuchado en ambos formatos.
Si bien la comparación es difícil, ya que fueron sistemas, recintos y
grabaciones diferentes, lo que escuché en DSD me impresionó con una sutileza y
palpabilidad superiores.
Pero Ud. quiere explicaciones, no es cierto?
Claro, un audiófilo jamás se queda con solamente el sonido, aunque debería.
Bueno, mi explicación es esta:
Ya la simple disyuntiva de tomar grandes muestras de algo a una velocidad
"razonable" o pequeñas muestras a velocidad vertiginosa, debería resultar clara
para casi cualquier persona vinculada a los procesos digitales cuando lo que se
tiene en la mira es la excelencia y la performance.
Para demostrar esto baste mencionar la antinomia RISC/LISC.
Más allá de esto subyace el trasfondo filosófico que opone un sistema que
pretende medir paquetes de 24 cosas y solo hacerlo 192.000 veces por segundo, lo
que implica además que se puedan notar, y se notan, las líneas de sutura entre
cada paquete; a la sencilla humildad de abocarse a medir una sola cosa a la vez,
hacerlo bien... y repetir este proceso 2.822.400 veces por segundo.
En otras palabras.
Que introduce mayor posibilidad de error?
Transcribir un texto memorizando de a tramos de 24 letras, 192.000 veces por
segundo, y así hasta terminar el texto.
O transcribir memorizando una letra a la vez, y hacerlo 2.822.400 veces por
segundo. En el caso de poder, claro.
Hasta aquí mis razones.
Cual se impondrá?
No sé.
Pero, sin importar cual no pierda, hay dos cosas que son ciertas:
- El futuro es digital, sin ninguna duda.
- La información "empaquetada en sólido" (RAM, DRAM, ROM, CD, MC, o lo que
resulte) será la que traiga finalmente la solución a todos los problemas (jitter,
perdida de información, redundancia, etc.) que ocasionan los disquitos que
giran, por el solo hecho de girar. El soporte "estático" solucionará todo esto,
y traerá sus problemas propios claro. Solo esperemos sea más lo que arregle que
lo que estropee.
Yo, mientras tanto y por ahora, aquí espero, para ir, comprarme el aparatito,
poner el disquito, y chau...
E.C.
www.audioperformance.com.ar